BEIJING — Organizaciones defensoras de los derechos de los animales
buscan que las autoridades del sur de China prohíban el próximo festival
anual de carne de perro, que ha manchado la reputación internacional
del país.
Los activistas de una coalición de grupos dijeron el lunes que van a
seguir presionando para que el festival se prohíba, así como para que se
creen leyes que prohíban el sacrificio de perros y gatos y el consumo
de su carne.
Se calcula que entre 10 y 20 millones de perros son sacrificados cada
año en China por su carne. El festival de junio 20 en la ciudad china
de Yulin ha llegado a simbolizar la crueldad extrema contra los caninos y
las prácticas poco higiénicas de manipulación de alimentos relacionadas
con ese sector no regulado.
El director de la Asociación Protectora de Animales VShine, Yu
Hongmei, dijo que China tiene que seguir el ejemplo de la gran mayoría
de naciones desarrolladas que han prohibido la alimentación con carne de
perros y gatos.
“China tiene que avanzar con los tiempos”, dijo Yu. “La prevención de
la crueldad con los animales es el signo de una sociedad madura y
civilizada”, agregó.
Los dueños de restaurantes en China alegan que comer carne de perro
es tradicional durante el verano, pero los opositores opinan que el
festival, que comenzó en 2010, no tiene valor cultural y que simplemente
fue inventado para aumentar sus ganancias.
Desde 2014, el gobierno local ha tratado de desvincularse del tema,
aunque le ha prohibido a sus empleados que asistan y ha limitado el
tamaño del festival, cerrando algunos mercados y mataderos de perros.
Aun así, se calcula que hasta 10.000 perros, muchos de ellos mascotas
robadas todavía con sus collares, son sacrificados para el festival que
se desarrolla en el interior de la región autónoma de Guangxi, en gran
parte rural y pobre.
Algunos de los animales son transportados apretadamente dentro de
jaulas de metal pequeñas, seis o siete en cada una, durante cientos de
kilómetros (millas) sin comida ni agua. El sacrificio realiza frente a
los demás animales, por lo general con un palo para inducirles dolor y
miedo, que según los dueños de restaurantes hace que su carne, cargada
de adrenalina, sepa mejor.
“Psicológicamente y mentalmente, mueren muchas veces”, dijo Peter J.
Li, especialista en política para China de la Sociedad Humanitaria
Internacional.
La carne de perro también plantea riesgos para la salud humana, pues
puede transmitir enfermedades como triquinosis, rabia y cólera, según la
Sociedad Humanitaria.
Guangxi ya es una de las cinco peores zonas de China afectadas por la
rabia entre humanos y Yulin se ubica como una de las 10 ciudades chinas
en número de casos, agrega la organización.
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