EN EL ENTORNO LA DESTRUCCIÓN ES LA NORMA. ALREDEDOR DE QUINCE VEHÍCULOS QUE AMANECEN ESTACIONADOS CERCA DEL LUGAR TIENEN AHORA LOS CRISTALES HECHOS TRIZAS
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Los hermanos Manolo y Pedro De la Rosa tienen más
de veinte años viviendo en el sector La Esperanza de Los Ríos. Solo una
pared divide el callejón, que sirve como entrada a sus casas, de la
envasadora Sol Gas, que explotó esta mañana. Ellos, al igual que
Francisco Pascual Sánchez, Arismendi Rodríguez, Reyes Ferreras y decenas
de personas que habitan en los alrededores, agradecen a Dios que,
hasta ahora, no se han registrado víctimas mortales. Aunque sus
ajuares, las puertas, ventanas, vehículos y hasta las cortinas de sus
casas fueron destruidas por la explosión y por el incendio.
En el entorno la destrucción es la norma. Alrededor de quince vehículos que amanecen estacionados cerca del lugar tienen ahora los cristales hechos trizas.
Arismendi Rodríguez dice que hasta las paredes de su casa se movieron y agradece a Dios que ni a él ni a su familia le pasó nada. Sin embargo, Francisco Pascual Sánchez no puede decir lo mismo. Explica que Altagracia Ortega Jiménez, quien es esposa de un sobrino suyo, es una de las heridas y resultó con quemaduras en la espalda y en un brazo por lo que fue trasladada al hospital Ney Arias Lora.
Los hermanos De la Rosa aseguran que tienen más de veinte años residiendo en la zona y que todos esos edificios ya estaban ahí antes de que instalaran la planta de gas, que hace apenas unos meses fue remodelada y ampliada.
Pedro De la Rosa atribuye el incendio al descuido de los propietarios de la envasadora debido a que, según dice, una patana amanecía todos los días llenando el tanque de depósito sin supervisión. Dice que se zafó una manguera de la patana y fue por allí por donde ocurrió el escape y, posteriormente, la explosión. Dijo que la detonación se produjo unos 25 minutos después de que inició el escape de gas.
CORTE ELECTRICIDAD
El sector donde está ubicada la envasadora que explotó no tiene energía eléctrica lo que fue atribuido a que la explosión habría causado alguna avería pero esto ha sido desmentido por un empleado de EDESUR.
Rafael Gómez, del equipo de instalación de medidores pre pago de EDESUR, dijo que, según les informó un ingeniero de la empresa que estuvo en el lugar de la explosión, la falta de energía eléctrica no se debe a una falla sino a una medida precautoria de la compañía y que probablemente se mantenga así el resto del día.
De su lado, Alfredo Pérez Suero, quien se identificó como presidente de la junta de vecinos de Los 800 de Los Ríos, dice que hace cinco años hubo que evacuar la zona por un escape en la planta y que no se explica cómo pudieron instalarla viviendo tantas personas cerca. Dijo que el escape de hoy se inició a las 5:30 de la mañana y la explosión fue a las seis. Aseguró que nadie alertó a los vecinos de lo que ocurría, que ellos se fueron porque vieron el humo no porque les avisaran.
En el entorno la destrucción es la norma. Alrededor de quince vehículos que amanecen estacionados cerca del lugar tienen ahora los cristales hechos trizas.
Arismendi Rodríguez dice que hasta las paredes de su casa se movieron y agradece a Dios que ni a él ni a su familia le pasó nada. Sin embargo, Francisco Pascual Sánchez no puede decir lo mismo. Explica que Altagracia Ortega Jiménez, quien es esposa de un sobrino suyo, es una de las heridas y resultó con quemaduras en la espalda y en un brazo por lo que fue trasladada al hospital Ney Arias Lora.
Los hermanos De la Rosa aseguran que tienen más de veinte años residiendo en la zona y que todos esos edificios ya estaban ahí antes de que instalaran la planta de gas, que hace apenas unos meses fue remodelada y ampliada.
Pedro De la Rosa atribuye el incendio al descuido de los propietarios de la envasadora debido a que, según dice, una patana amanecía todos los días llenando el tanque de depósito sin supervisión. Dice que se zafó una manguera de la patana y fue por allí por donde ocurrió el escape y, posteriormente, la explosión. Dijo que la detonación se produjo unos 25 minutos después de que inició el escape de gas.
CORTE ELECTRICIDAD
El sector donde está ubicada la envasadora que explotó no tiene energía eléctrica lo que fue atribuido a que la explosión habría causado alguna avería pero esto ha sido desmentido por un empleado de EDESUR.
Rafael Gómez, del equipo de instalación de medidores pre pago de EDESUR, dijo que, según les informó un ingeniero de la empresa que estuvo en el lugar de la explosión, la falta de energía eléctrica no se debe a una falla sino a una medida precautoria de la compañía y que probablemente se mantenga así el resto del día.
De su lado, Alfredo Pérez Suero, quien se identificó como presidente de la junta de vecinos de Los 800 de Los Ríos, dice que hace cinco años hubo que evacuar la zona por un escape en la planta y que no se explica cómo pudieron instalarla viviendo tantas personas cerca. Dijo que el escape de hoy se inició a las 5:30 de la mañana y la explosión fue a las seis. Aseguró que nadie alertó a los vecinos de lo que ocurría, que ellos se fueron porque vieron el humo no porque les avisaran.
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