La orden judicial que le impide a David Gurtman acercarse a menos de 15 metros a una niña a la que acosa desde hace 5 años fue insuficiente. Al sujeto no le importó y volvió a buscarla en una piscina comunitaria de Hallandale Beach, donde intentó perseguirla cuando la menor huyó al verlo.
La niña, de apenas 13 años, reaccionó aterrorizada cuando notó su presencia y buscó a su familia. Gurtman, de 56, continuó su acoso y enfrentó al padre de la menor, Damiyano Slobodan, quien intentó detenerlo. "Yo puedo hacer lo que quiera", insistió el agresor.
El padre relató que el acosador estaba fuera de sí. "La vio y luego se volvió como un animal", señaló, y destacó que el hostigamiento se produce desde hace cinco años.
"Nunca lo habían arrestado antes. El ha hecho cosas peores que esto, pero se ha hecho justicia", declaró a la cadena CBS4.
La niña logró escapar a su casa mientras llegaban las autoridades, que arrestaron a Gurtman y le fijaron una fianza de USD 20 mil por el acoso. En tanto, él creía que era inocente porque consideraba que el perímetro impuesto era con respecto al domicilio de la familia.
Ante las ofensas, un juez decidió ampliar el radio de exclusión: el hombre no podrá acercarse a la joven a menos de 150 metros de distancia.
Por su parte, la familia reiteró que no tiene pensado mudarse: "No veo un peligro acá. Me encanta este lugar. No quiero escapar y no veo motivos que nos vayamos".
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