El 28 de enero comenzó el calendario del nuevo Horóscopo Chino. Durante el 2017, hay posibilidades de evolución en nuestro Tao (camino). Si somos conscientes del karma (acción incompleta de lo que hacemos, decimos y pensamos) el libre albedrío nos distingue de los otros reinos, aunque nos guíen desde lo invisible.
Las siguientes predicciones del 1 al 14 de agosto se relacionan con el amor. Los placeres, deseos y relaciones románticas, según cada signo del Horóscopo Chino:
Rata (1912, 1924, 1936, 1948, 1960, 1972, 1984, 1996, 2008)
La rata es un signo que no se pierde ninguna experiencia; diseca, degusta con sus sentidos cada situación y oportunidad que le da la vida. Tiene el don de gustar, seducir, capturar el néctar de quien se acerque, y libarlo.
Búfalo (1913, 1925, 1937, 1949, 1961, 1973, 1985, 1997, 2009)
El buey sabe que para él las pruebas son siempre difíciles, llenas de obstáculos, imprevisibles y complicadas. La paciencia china es su mejor virtud, una cualidad ideal para el amor.
Tigre (1914, 1926, 1938, 1950, 1962, 1974, 1986, 1998, 2010)
La ferocidad del tigre está en jaque este año, y muestra sus zonas vulnerables con candidez, espontaneidad, desparpajo y humildad.
Conejo (1915, 1927, 1939, 1951, 1963, 1975, 1987, 1999, 2011)
Signo dual; ying-yang dotado de poderes sobrenaturales, su carisma hipnotiza e imanta: posee tacto, refinamiento, buen gusto, audacia y sentido del humor.
Dragón (1916, 1928, 1940, 1952, 1964, 1976, 1988, 2000, 2012)
Rey del cielo para los chinos, representa el poder divino. Son líderes natos, y eso se traspasa al campo del amor y del sexo. Inspira respeto; a pesar de ser invasores con su despliegue energético es bueno graduarlos, dejar que se expresen.
Serpiente (1917, 1929, 1941, 1953, 1965, 1977, 1989, 2001, 2013)
Signo venerado en Oriente por su belleza. Junto al dragón, su hermano kármico, no reencarna más; por eso este signo no dejará nada por explorar, hacer, intentar en todas las posibilidades que esta reencarnación le permita. Ojo, son celosos y posesivos.
Caballo (1918, 1930, 1942, 1954, 1966, 1978, 1990, 2002, 2014)
Venerado en Oriente por su espíritu libre, coraje y espontaneidad para transmitir como un relámpago el inconsciente colectivo. El caballo o yegua tienen carisma; por su belleza salvaje, genuina o sofisticada. Saben que tienen dones para atraer como un faro a los náufragos en alta mar; relinchan, gozan y disfrutan con plenitud el sexo y se vanaglorian con el récord Guiness de víctimas que coleccionan en ambos sexos.
Cabra (1907, 1919, 1931, 1943, 1955, 1967, 1979, 1991, 2003, 2015)
Buenas noticias para las cabras: después de años de esfuerzos, brincos, saltitos y sustos, llega el progreso a vuestra vida. La cabra sentirá que tiene alas en su piel, pues con viento a favor conseguirá recuperar los siete cuerpos que se evaporaron en la galaxia.
Mono (1908, 1920, 1932, 1944, 1956, 1968, 1980, 1992, 2004, 2016)
El mono recuperará la perseverancia para plasmar sus planes. Retornarán las propuestas para ser líder, acompañar los procesos planetarios y sistémicos de la pareja.
Gallo (1921, 1933, 1945, 1957, 1969, 1981, 1993, 2005, 2017)
Es cierto que los gallos saben que a veces irritan, molestan, cacarean antes de poner un huevo y marcan un compás que enerva a quien vive en estado de Wu Wei (no acción). Sin querer producen "estados alterados" en quienes comparten su gallinero, corral, área afectiva. En ambos sexos, la búsqueda de la perfección en lo que hacen los mantiene con insomnio, madrugando antes que el zoo para asearse, vestirse, perfumarse y estar impecables.
Perro (1910, 1922, 1934, 1946, 1958, 1970, 1982, 1994, 2006)
En ambos sexos el perro es posesivo, dominante y absorbente. Tiene sus propias reglas de moral, sigue su instinto o intuición, que no falla jamás, y decide en un instante lo que a otros les llevaría una vida.
Chancho (1911, 1923, 1935, 1947, 1959, 1971, 1983, 1995, 2007)
Su timidez puede ser letal a la hora de manifestar sus deseos, intenciones o simplemente dialogar con su pareja. El chancho acumula spam, ira, bronca, y explota en situaciones inéditas, y nos deja atónitos, pues no sabemos las causas de sus emociones.
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